COMUNICACIÓN NO VERBAL Y VESTIMENTA
¿QUE DICE DE TI LA
ROPA QUE USAS?
La
persona común por lo general no tiene conciencia de que el aspecto físico y la indumentaria forman
parte importante de la comunicación no verbal (entendiéndose por comunicación
no verbal el envío y recepción de mensajes sin palabras). Sin embargo los
investigadores tienen más que claro que la indumentaria de una persona trasmite
información y comunica determinados aspectos de su personalidad siendo un
componente fundamental en la primera impresión que genera sobre otra. Víctor Gordoa en su libro “El poder de la
imagen pública” afirma que la primera impresión que obtienen los demás de
nuestra persona es la más duradera y que cambiarla es difícil, si no imposible.
Y teniendo en mente que esa primera impresión se genera en tan solo 7 segundos
la ropa se transforma así en un medio muy complejo que transmite mensajes
simples y concretos. Según Ferrús B. Calafell “a través del vestido podemos
hablar de sentimientos, actitudes, personalidad, secretos, historia y rasgos de
una persona”.
Este
post se orientará a conocer el efecto que genera la ropa que se usa en los
demás y brindar una serie de herramientas interesantes a la hora de
comunicarnos asertivamente con nuestro entorno y emitir exactamente el mensaje
que queremos.
La
función básica de la indumentaria es protegernos de la temperatura y cubrir
nuestra desnudez; la ropa en sí misma son solo prendas fabricadas en diversos materiales
usadas para cubrirnos; sin embargo en nuestra sociedad tiene otras funciones. Según
Dogana “La vestimenta supone una multiplicidad de exigencias a menudo
contradictorias entre sí: la función de ocultar, pero al mismo tiempo de
revelar; puede estar el servicio de la modestia o del exhibicionismo”. La
vestimenta satisface tres necesidades fundamentales: la necesidad de adorno
(decora el cuerpo humano), la necesidad de pudor (cubre la desnudez) y la
necesidad de abrigo (protección contra el frío, el calor y otras condiciones
exteriores).
La
ropa puede reflejar buen gusto, estridencia, provocación, identidad con un
grupo o tribu urbana, status social, franja etaria, seducción, reclamo sexual,
agresividad, autoridad, poder, orientación sexual. Muchos aspectos de la
indumentaria pueden influir sobre cómo una persona es percibida y cuán creíble
resulta a los ojos de las demás. Un estilo convencional en el vestir será asociado
a opiniones moderadas y personas propensas a lo racional en tanto una
vestimenta que no cumple con las normas convencionales será asociada a puntos
de vista radicales y personas potencialmente conflictivas. Usar ropa de la
talla adecuada hace que quién la luzca parezca más persuasivo; si parece
costosa se asocia a quién la usa como exitoso en su profesión. Si la forma de
vestir es descuidada lo que se trasmite es que a quién la exhibe poco le importa
lo que piensen los demás. En el extremo contrario una persona extremadamente
detallista en su vestir puede evidenciar una obsesión sobre lo que los demás
piensen de ella.
Sara
Whitttaker conocida como The Wardrobe Shring (psicóloga de la ropa) sostiene en
su teoría que “cada pieza que llevas puesta es una palabra que revela algo de
ti. Toda persona crea un lenguaje de la ropa que nace de sus experiencias y de
sus influencias. Las personas pueden expresar a través de su look justo lo que
no quieren confesar de sí mismas”
- Si todo lo que una
persona usa es de marca o de diseñadores famosos, probablemente busca exhibirse
o presentarse a sí misma como exitosa y selectiva cuando en realidad es
insegura y materialista e intenta sobre compensar estas facetas de su
personalidad con su ropa.
- Si viste de forma
provocativa todo el tiempo y para toda ocasión, usando la falda más corta,
el vestido más apretado o el escote más pronunciado, quizás es algo que puede
parecer natural o divertido para quién lo usa; de hecho la imagen que
puede estar proyectando es la de una persona insegura que quiere llamar la
atención sobre sus atributos físicos porque es lo único que tiene para
ofrecer.
- La persona que se
apega a un estilo elegante – informal todo el tiempo revela a alguien
flexible y seguro de sí mismo.
- Las personas que
usan prendas o accesorio llamativos como enormes lentes rojos, bolso azul
eléctrico, estampados estridentes, zapatos amarillos, zapatillas
deportivas en colores estridentes, vestidos cargados de brillo para el día
delatan que desea separarse del montón y una imperiosa necesidad de llamar
la atención.
- Las personas que
solo usan ropa informal como jeans, zapatillas proyectan la imagen de
personalidad poco definid y de ser poco versátiles; en tanto que quienes
siempre usan ropa deportiva incluso para ir al médico dan la imagen de
inmaduras y descuidadas.
- Usar ropa obsoleta
o pasada de moda indica que quién la usa se está aferrando al pasado por
algún trauma en su presente.
“La
ropa que nos ponemos es capaz de alterar la manera en la que interaccionamos
con el resto del mundo porque determina el modo en el que nos ven los demás de
la misma manera que condiciona lo que pensamos de nosotros mismos”
Dr.
Galinsky
Nuestra
forma de vestir no solo determina nuestra comunicación hacia el exterior, sino
el cómo nos comunicamos con nuestro interior; no solo habla de nosotros mismos a
los demás sino que nos influencia hacia determinadas acciones.
Diversos
estudios han demostrado que el uso de determinados colores, texturas o
accesorios hace que modifiquemos la forma en que nos percibimos a nosotros
mismos y cambie nuestro estado de ánimo. Ya en 1990 la profesora Barbara
Fredrickson en la Universidad de Carolina del Norte había descubierto en un
experimento que las mujeres que realizaban un examen de matemáticas en bañador
obtenían peores resultados que las que lo hacían vestidas con un sweater.
En
2012 la Dra. Karen Pine en la Universidad de Hertfordshire realizado en un muestreo
de 100 mujeres demostró que el 57% de ellas tendían a usar un jean viejo y una
camiseta cualquiera cuando estaban deprimidas en tanto que cuando estaban
felices había un 10% más de probabilidades de que usaran su ropa favorita y
complementos como joyas. La Dra. Karen Pine en la misma Universidad pidió a un
grupo de alumnos que fuera a clase usando la camiseta de Superman y durante ese
día los voluntarios se describieron a sí mismos como más agradables, más fuertes,
más inteligentes y se sentían superiores al resto de los estudiantes.
Según Pine “hay muchas
maneras en que la ropa nos influencia. Una de ellas es a través del significado
simbólico que tiene una prenda de vestir. Adoptamos las características que
asociamos a esa prenda y esto tiene realmente el poder de cambiar la forma en
que pensamos en un proceso llamado cognición investida”. Éste y otros
descubrimientos de cómo la ropa puede cambiar nuestras mentes, es el tema
central de su libro titulado “Mind What You Wear: The Psychology of Fashion”, (Fíjese
en cómo se viste: La psicología de la moda).
La
capacidad de influencia de la ropa no se limita al simbolismo sino que existe
conexión entre la ropa y los recuerdos a los que esté asociada la prenda a tal
punto que puede desencadenar sentimientos conectados a ese recuerdo. La Dra.
Pine explica que “si usamos una prenda asociada a experiencias felices
desencadena recuerdos positivos y recrea las mismas respuestas emocionales”.
Consultada
sobre los elementos de la indumentaria que más pueden influir en nuestra mente
y estado de ánimo, la Dra. Pine proporciona sugerencias para usar la cognición
investida y aumentar así el bienestar personal a través de la ropa que se
viste:
- “Llevar nuestro vestido favorito de buen
corte y
confeccionado en una hermosa tela, nos levanta el estado de ánimo.
- “Una pieza de joyería “statementpiece” (de manufactura
muy elaborada, audaz, exclusiva y con estilo muy personal y representativo
de quien la lleva), que señale a la mujer como una persona muy especial,
le hará sentirse como alguien que lleva una insignia o una medalla de
honor”.
- “Los colores que se encuentran
en la naturaleza, como el azul cielo, las hojas verdes o el
amarillo del sol al amanecer, nos enlazan con el mundo natural,
protegiéndonos de las emociones negativas y dándonos una ráfaga extra de
energía”.
- Los patrones
“juguetones”, como lunares o estampados abstractos, pueden resucitar
aquellos sentimientos sin preocupaciones que experimentamos en la niñez.
- Los artículos de indumentaria
no coincidentes, por ejemplo una prenda formal combinada con
otra informal; o una ropa ‘vintage’ combinada con otra de estilo nuevo;
pueden ser muy estimulantes, porque el cerebro goza de novedad y sorpresa
- “Vestir una de
nuestras prendas favoritas, llevar una prenda llamativa en lugar de
apagada o ponernos nuestro sombrero o zapatos preferidos, ayuda a
ahuyentar la tristeza”,
- “Si está estresada, usar ropa ajustada, suelta y
cómoda, y elegir los colores que se encuentran en la naturaleza
contribuirá a recuperar el sosiego y reducir la tensión nerviosa”, señala.
- Si nos sentimos cansados, la profesora
Pine recomienda elegir patrones “juguetones”, audaces o colores
brillantes, que “harán las delicias de nuestro cerebro”, según concluye.
Los
colores que usas en tu ropa tienen también un gran impacto tanto en quién los
usa como en otras personas. Evocan emociones que van desde la confianza a los
celos y cada uno de los colores que usamos tiene un simbolismo por lo que no
todos pueden ser usados en todas las ocasiones. De acuerdo a los estudios
realizados por diversos psicólogos la mayoría de las personas responden de esta
manera a estos colores:
El
negro es
el color de la autoridad, el poder, la fuerza, la estabilidad, la inteligencia
y el drama. Clásico, elegante y sofisticado en realidad este color es la
ausencia de color. Estiliza la figura pero también hace que su portador
aparezca distante y dominante por eso no se lo recomienda para una entrevista
laboral. También se le puede ligar con el “lado oscuro”: Darfh Vader, el
mafioso o el típico chico malo de las películas de los años 50.
El
blanco es
sinónimo de pureza, castidad y pulcritud; de lo limpio y lo puro. Es además el
color resultante de la mezcla de todos los demás colores y es por eso que se lo
liga a la creatividad. Es usado por las novias para comunicar inocencia y por doctores
y enfermeras para transmitir esterilidad, el blanco es un color neutral que va
con todo. Se le usa generalmente en
camisas y blusas todo el año.
El
color azul es un color conservador que se
asocia con la serenidad,
autoridad, seguridad, confianza, suavidad de modales, lealtad y valores
permanentes. Tiene el poder de tranquilizar el sistema nervioso. El azul marino
transmite autoridad y seriedad sugiriendo que quién lo porta es trabajador,
equilibrado y digno de confianza: es por ello que este color es el más usado
por policías y marinos en todo el mundo. Por sus cualidades se le llama el
color de la comunicación y es el más adecuado para las entrevistas de trabajo,
para hacer una presentación de negocios o para causar una buena impresión en
alguien importante. Es el color que dice “confía en mí”.
El marrón comunica credibilidad y estabilidad. Es
el color de la tierra y de la abundancia en la naturaleza lo cual sugiere
estabilidad y constancia. Da la imagen de persona ordenada y responsable siendo
un excelente color para transmitir información o para usar en reuniones de
negocios ya que crea un ambiente neutral para discusiones abiertas.
El
beige y el canela
son colores de tierra relajantes, reductores del estrés, invitan a la
comunicación, expresan estabilidad. Pueden ser percibidos como poco enérgicos y
pasivos por lo que no es ideal usarlos si se quiere proyectar una imagen
innovadora. Son colores ideales para usar para proyectar una imagen conservadora.
El
gris simboliza
neutralidad, sofisticación, estabilidad, seguridad y sentido práctico. Después
del azul, es el segundo color más popular a la hora de las entrevistas
laborales. Si quieres lucir autoridad de un modo menos opresivo que con el
negro optar por el gris es una buena elección.
El
rojo denota
calor, peligro, poder, energía, fiesta, pasión y fortaleza siendo el más
intenso a escala emocional. Si la intención es llamar la atención el rojo atrapa las miradas al
instante y estimula una respiración y un ritmo cardíaco más rápido. Motiva a
tomar decisiones rápidas y realza emociones, por lo que es conveniente evitarlo
en situaciones de negociación o confrontación ya que transmite agresividad.
El
anaranjado también
propicia las emociones fuertes combina el amarillo y el rojo, siendo por lo
tanto muy estimulante. Asociado a la alegría y la diversión, quienes usan este
color son percibidas como de fuerte personalidad y transmiten energía y
vitalidad. Es un color que atrae la atención y evoca las emociones intensas,
así se recomienda usarlo en poca
cantidad en entrevistas laborales, negociaciones o cuando estés esperando una confrontación.
El
amarillo es un color que podemos definir como
intenso: inspira un
amplio rango de emociones, desde alegría y esperanza hasta precaución,
decadencia y celos; realza la concentración. Es un color conocido como alegre y
optimista asociado a la risa y el desenfado e impulsa la creatividad. Sin
embargo es un hecho comprobable que las personas pierden sus estribos más a
menudo en habitaciones amarillas que en espacios de otros colores, y los bebes
llorarán más en ambientes pintados de amarillo. Éste es el color más difícil de
asimilar para el ojo, por lo que puede saturar si es usado de más. Úsalo en
pequeñas dosis en situaciones laborales.
El
verde significa
naturaleza, éxito, salud, frescura, crecimiento y seguridad. Es un color
relajante, refrescante y muy agradable de contemplar. Popularmente se le liga a
la buena suerte, la esperanza y la riqueza. El verde oscuro es masculino,
conservador e implica salud. ¿Quieres que los demás se sientan a gusto a tu
lado? Entonces usa verde en tonalidades medias u oscuras.
El
púrpura es la mezcla de rojo y azul, esto
es, de la energía desbordante y la calma. Simboliza sofisticación, respeto,
sabiduría, lealtad, riqueza, poder y sensibilidad siendo este color majestuoso
habitual en los trajes de la realeza o las altas autoridades eclesiásticas. Es
además el color de la pasión, el amor y un estimulante para la imaginación.
El
rosa inspira gran
variedad de emociones, desde diversión y excitación (rosas fuertes) hasta
relajación y falta de energía (rosas pálidos). Se le asocia directamente a lo
femenino y al amor tierno, por eso es muy usado por las niñas pequeñas o las
señoras de edad avanzada. Expresa amabilidad, bienestar, romance, infancia e
ingenuidad pero también sexualidad y sensualidad.
¿Qué mensajes estás transmitiendo acorde a lo
que usas?.
¿Estás enviando mensajes equivocados solo por
seguir la moda?.
¿Es tu look exterior congruente con tu
carácter, tus valores y tus metas?.
¿Así que alguna vez has reflexionado en cuál es
la ropa que te lleva a sentirte mejor?.
Responder sinceramente estas preguntas te
acercará a saber lo que dice tu look, que imagen estás proyectando, conocer el
lenguaje de tu ropa y sin anular tu verdadera personalidad tener la habilidad
de adaptarlo a la ocasión e influenciar/te positivamente.
Mariela
Montenegro
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