¿QUE SON LAS CREENCIAS?
La mayoría de las personas, sin se conscientes de ello, actúa en piloto automático sin usar un criterio propio ante una infinita gama de situaciones en su vida, tomando decisiones a partir de sus CREENCIAS. Estas afectan la percepción que tenemos de nosotros mismos, de los demás, de las cosas y situaciones que nos rodean. Se trata de percepciones personales que son tomadas por el individuo como realidad absoluta, siendo una fuera muy poderosa dentro de nuestra conducta ya que impregnan nuestro consciente e inconsciente, configurando nuestras acciones y decisiones e impulsándonos en determinadas direcciones.
El individuo no le exige a sus creencias justificación ni fundamento racional, las acepta las valida sin discusión alguna, no están basadas en lógica sino que normalmente se expresan en contra de toda lógica, tomando el estatus de auténticas normas de vida. Las creencias que tengas, ciertas o no, emponderantes o limitantes, son las que crean tu mundo.
Estas maneras que creemos tener o lo que creemos ser, nos son inculcadas primariamente durante nuestra niñez por otras personas: padres, abuelos, hermanos, maestros, profesores, personas a las que respetamos y amamos.
Los medios de comunicación juegan un importante papel en la formación de creencias tanto individuales como colectivas.
Nuestras creencias se
forman a partir de lo que se nos ha dicho (fuentes externas) y de lo que hemos vivido y creemos
confirmarlas a través de nuestras experiencias, pensamientos y convicciones
(fuentes internas).
Cada cosa que ves reflejada
en tu vida está ligada a una causa y un efecto, que tiene su origen en las
creencias que pones en marcha. Construimos nuestras creencias basándonos en
nuestras experiencias y a su vez nuestras experiencias son producto de nuestras
creencias. Tenemos en nuestro haber dos tipos de creencias: emponderantes y
limitantes.
Cuando nos enfrentamos a ideas y conceptos que no están de acuerdo con
esta poderosa fuerza que son las creencias, los desechamos sin darnos el tiempo para entenderlos, pues nuestras
creencias los consideran inapropiados o carentes de fundamento. Es por ello que
si queremos ser protagonistas de nuestra propia vida, es necesario revisar que
creencias tenemos asentadas en forma inconsciente, y conocer si estas nos
representan, benefician y emponderan o si por el contrario, cortan nuestro desarrollo
personal.
El ser humano que accede a
su potencial de libertad es aquel que aprende a enjuiciar sus juicios y a poner
en duda sus creencias.
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