¿SABES CUALES SON TUS VALORES?


En tanto según Romano Guardini el “ser” o más exactamente “lo que se es” es aquello con lo que nos chocamos, aquello que nos obliga a que lo consideremos como algo que está ahí y con lo que tenemos que contar; el “valor” es una característica que ese ser tiene o puede tener y que le confiere una determinada significación. Podría decirse que valor es todo lo que da un significado a la Existencia.
Los valores son quién somos, no quién nos gustaría ser, no quién creemos que debemos ser; sino quién somos en nuestras vidas en el momento presente.
Es muy importante tener en claro cuáles son tus valores ya que las decisiones mas importantes de la vida son mas fáciles y los resultados mas gratificantes si se toman a partir de una matriz de valores personales bien entendidos y respetando tus valores esenciales.
Todos nosotros tenemos unos VALORES ESENCIALES que permanecen estables a lo largo de toda nuestra vida y que aplicamos en los más diversos contextos. Un valor esencias tiene dos características fundamentales: lo elegimos libremente y nos lleva a la acción.
Cuando trabajes con tus valores lo que interesa es examinar la propia vida y detectar aquellos valores que ya existen y que usamos en nuestras interacciones cotidianas, dado que nuestros valores reflejan lo que realmente es importante para nosotros y describen nuestras motivaciones individuales.
Tus valores pueden ser positivos y emponderarte o pueden limitarte si están basados en el miedo. Por ejemplo la honestidad, la confianza y el compromiso son valores positivos; en tanto que la culpa, la venganza y la manipulación son valores potencialmente limitantes basados en miedos.
Para conocerte mejor y saber cuáles son tus valores, un ejercicio sencillo y recomendable es pensar en una persona o personaje a quién admiras y en otro a quien rechaces. Seguramente te atraen o compartes los valores de quién admiras y rechazas los valores de quién no te es afín.
Otro ejercicio es concentrarte y pensar en un momento cumbre de tu vida, un momento muy concreto en el que te encontrabas extraordinariamente bien y te hagas las siguientes preguntas:

• ¿Qué recuerdas de ese momento?.
• ¿Qué percibías como importante en ese momento?.
• ¿Qué sentías?.
• ¿Qué palabras resuenan en tu mente?.
• ¿Qué valores crees que te guiaban?.


Toma lápiz y papel y describe todas las palabras que vengan a tu mente. Realiza estas preguntas con el mayor número de situaciones que puedas, trabajando en sentirte inmerso en ese momento, para poder descubrir y enumerar que valores te guiaban.
Un último pero no por ello menos importante ejercicio es el trabajo contrario al que hemos realizado en el paso anterior, es concentrarte en esos momentos de angustia, donde las cosas no fueron bien, los momentos en que te has sentido disgustado y enfadado, porque estos momentos nos pueden hablar de los valores suprimidos, esos que dejaste de honrar en ese momento.
Normalmente diseñamos nuestra vida de tal manera que nos lleva a honrar automáticamente nuestros valores esenciales sin ser conscientes de ellos y no identificamos estos valores hasta que algo nos hace suprimirlos generándonos angustia y molestia. Por ejemplo si una persona describe “me sentí acorralado” la libertad o las opciones de elegir son valores importantes para él.
Concéntrate en esos momentos angustiantes, de enojo, momentos que rechazas de tu vida y pregúntate.


• ¿Qué tenía de negativo esa situación?.
• ¿Qué me incomodaba o me enojaba?.
• ¿Qué hubieras cambiado?.
• ¿Qué hacías que no estaba de acuerdo con tus valores?.
• ¿Qué valores dejaste de lado en ese momento?.


Tal como ya hiciste en el ejercicio anterior, toma lápiz y papel y describe todas las palabras que vengan a tu mente. Realiza estas preguntas con el mayor número de situaciones negativas que puedas, trabajando en sentirte inmerso en ese momento, para poder descubrir y enumerar que suprimiste.
Recuerda que la maestría personal consiste en superar nuestras creencias basadas en temores y en conocer cabalmente nuestros valores, ya que cuando nuestras creencias o comportamientos no están alineados con los valores que realmente son importantes para nosotros nos falta autenticidad y no estamos honrando nuestro verdadero "ser".


Mariela Montenegro

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